Vayamos con una clase de historia. Hace 100 años, si alguien hubiera intentado explicar lo que era el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en una fábrica, seguramente le habrían mirado como si hablara en chino. Por aquel entonces las condiciones laborales eran otra cosa. Dependías de quien te pagaba. Punto. Él imponía el horario y él fijaba el sueldo. Si te convenía, bien, si no…
Con el tiempo se entendió que había que poner límites para impedir los abusos, tanto en el número máximo de horas de trabajo como en el sueldo mínimo que debería recibir cada empleado. Es decir, que si tú cumplías una jornada de trabajo completa, no recibirías menos de una cantidad fijada por el Gobierno de tu país.
Dejemos la clase de historia y vayamos a la actualidad. En España, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 2016 es de 21,84 euros al día y 655,20 euros al mes (basado en un modelo de 14 pagas anuales). Si trabajas a tiempo completo, está prohibido por ley que ganes menos de eso, te dediques a lo que te dediques (por eso lo de ‘interprofesional’), bien seas empleado fijo o temporal.
Para los que trabajan a tiempo parcial, el SMI no varía, pero hay que hacer una división para conocer cuál es el sueldo mínimo correspondiente. Por ejemplo, si tienes media jornada, el sueldo mínimo sería 655,20 entre 2 = 327,60 euros mensuales.
La cantidad la determina cada año el Gobierno tomando en consideración la inflación, los índices de desempleo y el crecimiento de la economía, es decir, cómo marcha el Producto Interior Bruto (PIB).
Básicamente volvemos a la clásica regla de tres: si aumenta la productividad, quiere decir que a las empresas les va bien, por tanto es razonable que también aumente el SMI y los salarios en general. Eso hará que la gente consuma más y que todos salgamos ganando.
En cualquier caso, ese listón que todos los sueldos deben superar nunca puede bajar de un año para otro. Como poco se mantiene igual. Por tirar de hemeroteca, el Salario Mínimo Interprofesional mensual de 2015 era de 648,60, lo que quiere decir que en enero subió un 1%.
El objetivo con el que todos soñamos es que en los próximos años nuestra economía saque tanto músculo que podamos igualar nuestro SMI al de alguno de nuestros países vecinos.
Para que te hagas una idea, vamos a consultar los datos de la Oficina Estadística Comunitaria, donde aparecen los SMI de la Unión Europea. Ellos utilizan un modelo de 12 pagas anuales, en vez de las 14 españolas, por eso el SMI de 2015 que tenían registrado para nuestro país era algo mayor: 756,70 euros.
Comparemos. El de Gran Bretaña era de 1.378 euros; el de Francia, 1.457,52; el de Irlanda, 1.461,85; el de Holanda, 1.501,80; el de Bélgica, 1.501,82; y el de Luxemburgo, ocupando el primer lugar del ranking, nada menos que 1.922,96 euros. Pues eso, el objetivo con que todos soñamos es levantarnos un día y que nuestro sueldo sea un poco más luxemburgués.
