¿Quién ha ido alguna vez a una subasta y se ha llevado una ganga? Un vinilo único, una camiseta firmada por tu cantante favorito o un mueble antiguo a juego con tu salón. Siempre encuentras algo. Y a buen precio. Pero, y si te dijera que existe otro tipo de subastas en las que además de comprar, puedes sacar una rentabilidad. ¿Dónde? En las subastas del Tesoro Público.
Seguro que en alguna ocasión en tu vida has escuchado que “el Tesoro coloca…”. Y justo donde empiezan los puntos suspensivos has dejado de prestar atención. Para empezar te diremos que el Tesoro Público es un organismo que depende nada más y nada menos que del Ministerio de Economía. Su función principal es la de vender o colocar deuda pública en una subasta. Lo hace para que el Estado cubra sus necesidades de financiación. Dicho de otra forma: actúa como cualquier tendero: coloca y vende a sus clientes. En función del dinero que necesite, venderá a un precio. Todo eso está estudiado y planificado en un calendario.
Durante la subasta se vende la deuda. No se vende empaquetada ni tiene forma de nada en concreto. Sino que son títulos de renta fija, es decir, aquellos que prometen una rentabilidad establecida en un tiempo. Hay de tres tipos y solo cambian los plazos de vencimiento:
- Letras: a 3-6-9 y 12 meses. Para los que quieran rentabilidades a corto plazo.
- Bonos: a 2,3 y 5 años. Para los que no les importa esperar un poco.
- Obligaciones: a 10, 15 y 30 años. Para los más convencidos a largo plazo.
Lo mejor de todo es que tú también puedes comprar deuda pública. No solo las empresas, bancos o fondos de inversión. En la subastas de letras, bonos y obligaciones puede participar cualquier persona que quiera invertir. Es la forma más tradicional de invertir que se conoce. Y además, es bastante segura. Para que te hagas una idea, es como si apostaras por el mejor equipo de fútbol del mundo cuando se enfrenta al peor: las posibilidades de perder son mínimas. Eso sí, los beneficios no son muy altos.
Y como es normal, no se compra en un supermercado o en una tienda, aunque los mercados financieros tengan mucho que ver. Se adquieren en en las oficinas del Banco de España e incluso por Internet. Si, puedes invertir y comprar deuda pública desde el sofá de tu casa y sin moverte casi. ¡Que sea una inversión tradicional no quiere decir que esté desfasada!
Ahora ya sabes qué hace el Tesoro y cómo invertir en deuda del Estado. Tal vez la próxima vez que participes en una subasta no sea de objetos antiguos.
