¿A quién no le gusta que tengan en cuenta tu opinión en el trabajo a la hora de tomar cualquier decisión? o ¿a quién no le gusta ser la persona que decida quién tiene razón en una discusión o simplemente ser un líder de opinión? Cuando ocurre eso, además de sentirse muy bien, uno se convierte en alguien influyente o en un influencer. Y eso mismo ocurre con Madrid como ciudad.
Si, Madrid no solo es la capital de España. No solo destaca por su cultura, gastronomía y patrimonio. Sino que ahora, también destaca por ser nada más y nada menos que la quinta ciudad con mayor influencia económica de un total de treinta a nivel mundial. Y no lo decimos nosotros, sino que es un informe realizado por PwC, una de las consultoras más importantes del mundo. ¡Todo un orgullo nacional!
Al igual que los influencers de hoy en día, Madrid marca tendencia en algunos aspectos. La capital española ha escalado 12 posiciones respecto a 2014 en influencia económica. Ahora ocupa la octava posición a la hora de medir el coste de la vida y la novena en el indicador de salud y seguridad. Además, ocupa la posición 26 como metrópoli con mayor proyección mundial por delante de Dubai y Milán.
Pero también es cierto que siempre hay algunas que sobresalen por encima del resto. Son comparables a los mejores youtubers del momento y los que más influyen. Ahí van las tres primeras:
- Londres: es de las mejores en innovación y capital intelectual, preparación tecnológica, conectividad internacional, calidad de vida, influencia económica y facilidad para hacer negocios. ¡Es el ejemplo a seguir!
- Singapur: destaca gracias a sus capacidades tecnológicas, infraestructuras de transporte y la facilidad para hacer negocios. ¡Legiones de fans están siempre pendiente de esta ciudad para seguir sus pasos!
- Toronto: es una influencer de la salud, seguridad, sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.
Visto así, Madrid no está en las tres primeras posiciones, pero sí en el selecto grupo de ciudades influencers. Tener el poder de influir en importantes decisiones económicas es un motivo de orgullo en los tiempos que corren. Pero no es lo último. Ahora, el objetivo, es… ¡alcanzar a Londres!