¿Hay algo más irritante que tener una conexión por WIFI lenta? Seguramente sí, pero lo cierto es que nuestras conexiones forman parte de la rutina diaria. Que una película se descargue de forma lenta o no poder enviar un email en unos segundos ya supone un problema por el que no estamos dispuestos a pasar.
Para que veas la importancia que tiene el WIFI en nuestras vidas, te diremos que este tipo de conexión es la favorita de los usuarios a nivel mundial cuando se hace uso de Internet desde el smartphone o la tableta. Pasamos alrededor del 57% de nuestro tiempo conectados a una red de WIFI. Lo dice un estudio OpenSignal. Es más, no solo nos conectamos en casa o en el trabajo, sino en hoteles, cafeterías e, incluso, en los aviones. Cualquier sitio es bueno para conectarse y dar un respiro a nuestros datos, ¿a que sí?
Como ves, nuestras necesidades tecnológicas no paran de crecer y congestionar la red de WIFI. Pero, ¿y si te dijéramos que existe algo que acabará revolucionando nuestras conexiones a Internet y sin problemas de lentitud? Te presentamos al futuro sustituto del WIFI. Se trata de una red inalámbrica que se basa en rayos ópticos infrarrojos completamente inofensivos. Detrás de esta nueva revolución se encuentra un equipo de investigadores de la Universidad de Tecnología de Eindhoven (Países Bajos). Y estas son sus características:
- Tiene una capacidad de más de 40Gbit /s segundo por rayo.
- No hay necesidad de compartir la conexión, puesto que cada dispositivo obtiene su propio rayo de luz. De esta forma, al no estar varios aparatos conectados a la misma red no hay problemas de velocidad. ¡Adiós a las conexiones lentas!
- Es 100 veces más rápido que el actual WIFI y tiene una configuración rápida, sencilla y barata.
- Tiene frecuencias que son mucho más altas que las del WIFI con unos 200 terahercios. El WIFI actual está entre 2,5 y 5 gigahercios (GHz). La diferencia es abismal.
Como has visto, las ventajas de esta red inalámbrica son muchas si las comparamos con el WIFI de casa o del trabajo. Pero seguro que te estarás preguntando cómo funciona. Se trata de unas antenas de luz centrales, que son las que dirigen los rayos de luz provistos por fibra óptica. Por ejemplo, si vas por casa con tu móvil, las antenas de luz van dándose el relevo para darte cobertura. Así, la red rastrea la ubicación de cada uno de los dispositivos inalámbricos y se van asignando diversas longitudes de onda. Lo bueno es que si llevas varios dispositivos cada uno usará distintas ondas y así la red nunca estará cargada.
Aunque aún quedan unos añitos para ver funcionar esta nueva red inalámbrica, de momento seguiremos tirando de nuestro WIFI. ¡Ya queda menos para que las conexiones vayan a la velocidad de la luz!
