Cada vez son más las empresas que se lanzan a pedirte que les mires intensamente a los ojos, escuchar tu voz o tomarte las huellas dactilares. Y no, no es una nueva forma de enamoramiento. Es biometría y se está convirtiendo en una de las apuestas más seguras. Por eso, desde EVO queremos que empieces a familiarizarte con este tipo de términos.
Porque simular tu tono de voz, no es tan fácil como adivinar que tu usuario es tu apodo del barrio y tu contraseña el año que te regalaron tu primer perrito.
¿Qué es la biometría?
Antes de que te tomen una foto en primer plano y las huellas dactilares, como si acabaras de cometer un delito en una película americana, tienes que entender en qué consiste la biometría. Esta metodología de reconocimiento se basa en la premisa de que tú eres único. No hay nadie con tus rasgos físicos, ni con tus mismos comportamientos. Aunque tengas un “hermanísimo gemelísimo” con el que te cambies la ropa.
Algo parecido a lo que hacemos cuando identificamos a alguien. Sabemos con quién hablamos al otro lado del teléfono por su voz o quién es de espaldas, por su forma de andar.
Técnicas biométricas según el rasgo
Dentro del campo de la biometría podemos encontrar, por un lado, técnicas fisiológicas y de comportamiento. Las primeras, como su propio nombre indica, se basan en las características físicas del individuo. Son las más comunes, como la huella dactilar, el reconocimiento facial o el análisis del iris.
También existe la posibilidad de crear un mapa vascular de la palma de la mano. Al ser interno no deja rastro y es fundamental la presencia de la persona, por lo que es muy difícil robar su identidad. Este tipo de procedimiento de autentificación está indicado para entornos de alta seguridad o si eres el encargado de custodiar la caja fuerte de la Casa de la Moneda…
Y por otro lado, están las técnicas biométricas de comportamiento. Se basan en acciones comunes como el reconocimiento de voz, la firma manuscrita o la forma de andar.
Más allá de una simple clave
El auge de esta tecnología ha llevado a las empresas a implementar nuevas formas de autentificación para reforzar la seguridad de sus clientes digitales y mejorar así su experiencia de usuario. La biometría es uno de los métodos de autentificación más seguros, a pesar de la creciente sofisticación de los ciberdelincuentes. Si una cosa está clara es que tus rasgos son únicos e irrepetibles. No importa lo que digas, sino cómo lo digas. Da igual que grites tu identificación o que lo hagas delante de otras personas, porque tu voz será la contraseña.
Lo que está claro es que el avance en el uso de los sistemas biométricos es imparable.