¿Crees que cuando has elegido el destino de tus vacaciones ya has hecho lo más difícil? Para nada. En ese momento comienza el verdadero desafío. Si es que tus planes pasan por coger un avión al mejor precio: ¿para cuándo reservo y con qué antelación?
Habrás oído todo tipo de teorías: cuanto antes mejor; cuanto más tarde más barato; mejor en julio; no, mejor en septiembre y saliendo un lunes… Lo mejor es acudir a los profesionales de esto. El buscador de vuelos Skyscanner ha publicado un estudio que da pistas muy valiosas.
Primera conclusión general (luego le ponemos los matices): la semana más barata para volar este verano es la segunda de septiembre. La más cara es la última de julio (del 27 al 2 de agosto). La diferencia entre ambas llega a ser del 35% en el precio. Y si queremos un ahorro adicional de hasta el 14%, tendremos que salir en domingo.
Los matices a los que nos referíamos tienen que ver con los destinos y sus particularidades. Pongamos algunos ejemplos:
• Londres. El mejor momento es septiembre o la última semana de junio (un 20% más asequible que en agosto).
• Roma. Los vuelos son más asequibles en la primera semana de julio.
• Ibiza. Un caso sorprendente. El precio se hace low cost en la tercera semana de agosto, en cambio la última semana de junio es la peor. ¿Quién se lo iba a imaginar?
Bien, ya hemos visto para cuándo es mejor reservar. Analicemos ahora con qué antelación hacerlo. Yuriy Gorodnichenko y Volodymyr Bilotkach son dos economistas independientes que han llevado a cabo su propio y exhaustivo estudio sobre cómo es realmente la política de precios de las compañías. Y los resultados son sorprendentes:
• Cuanto más tarde, peor. Las ventajas del ‘último minuto’ no existen porque las aerolíneas saben que es entonces cuando los hombres de negocio (sus principales clientes) hacen sus reservas. ¡Tipos listos!
• Las compañías empiezan a calcular la ocupación de sus vuelos aproximadamente dos meses antes. Es entonces cuando sacan los precios más competitivos para estimular la venta. Cuantos más billetes se vendan antes empiezan a subir de precio. Eso quiere decir también que reservar con más de dos meses de antelación sirve para poco más que para demostrar tu carácter previsor.
• El precio también puede cambiar según dónde compremos el vuelo. Los billetes se distribuyen entre las agencias, las tiendas online y la propia web de la compañía, y puede haber variaciones grandes dependiendo de si cada vendedor ha colocado o no su paquete de billetes. Si uno tiene problemas para hacerlo, los mantendrá bajos; si otro los vende rápido, los encarecerá. La conclusión es que hay que utilizar comparadores o consultar distintas páginas.
Resumiendo, la fórmula para volar barato es anticiparte lo justo, comparar precios y tener fechas flexibles. En cualquier caso, si quieres seguir ahorrando y disfrutar de muchas más ventajas al pagar tus viajes, utiliza las tarjetas EVO. Ya sabes, con total seguridad en la forma de pago, sin ningún tipo de comisiones y con pagos fraccionados. Además dirás adiós a las comisiones por cambio de divisas (con otras tarjetas pueden tener una comisión del 2-3%) y tendrás seguros y asistencia en viajes al comprar tu billete.
Sea como sea, ¡felices vacaciones!
