En esta sociedad del estrés, el reloj se ha convertido en un enemigo temible. Siempre va demasiado rápido para todo lo que tenemos que hacer. Y al final, abarcar demasiadas cosas en el mismo día es la mejor manera de hacer la mayoría de ellas mal.
Por eso, no se trata de ganar tiempo al tiempo, sino de sacarle más partido. Se dice fácil, ¿verdad? Otro asunto es ser capaz de hacerlo. Bueno, pues consultemos a las personas que lo consiguen. Jacqueline Smith, experta en tendencias laborales y liderazgo, ha hecho una encuesta entre directivos, empresarios y profesionales de éxito para averiguar cómo gestionan su tiempo. Este es el cóctel de sugerencias que nos hacen:
- Nada de remolonear entre las sábanas y esperar a llegar a la oficina para comenzar a abrir el ojo. Levántate temprano y dedica 15 minutos a planificar la jornada. De lo más importante a lo secundario. Tienes un montón de aplicaciones que te echan una mano para ordenar la agenda.
- Termina una tarea y solo entonces empieza con otra. A las neuronas les encanta la concentración. Se ponen a 100. Eso hace que hagan su trabajo mejor y más rápido.
- Para y reflexiona. O mejor, vacía la mente durante unos minutos cada día. Es una forma de resetear y eliminar barreras para que las ideas fluyan. Buenas ideas, de las productivas. Es verdad que el correo y los mensajes siempre están al acecho… Si es tu caso, apaga los dispositivos o utiliza un programa como Freedom, que te libera durante un rato.
- Sal a caminar o haz deporte. El ejercicio hace que las endorfinas te recorran las venas y eso ayuda a que el cerebro también esté en marcha. Aprovechar el tiempo no solo consiste en hacer cosas, sino en poner en forma la mente para saber hacerlas.
- No desperdicies los tiempos muertos. Esperar al bus o al metro es tan soporífero como estar sentado mientras te cortan el pelo. Sin embargo, puede ser de lo más productivo si utilizas ese tiempo para reflexionar sobre un proyecto. Así que ten el móvil a mano para apuntar ideas o grabar notas de voz.
- Aprende a decir no. No a una reunión que no va a solucionar nada; no a una comida de negocios de trámite; no a un viaje que te haga perder un fin de semana con la gente a la que quieres. Si te roban el tiempo, nunca lo vas a poder recuperar.
- Sin energía eres como un dron con las baterías al mínimo: no va a llegar al destino aunque haya salido a su hora.
Los cocineros suelen decir que un buen plato se consigue con el mejor producto y el tiempo adecuado. Nada de prisas. Depende de ti si al final del día tienes la sensación de haberte comido un estupendo bacalao al pil-pil o te quedas con una bolsa de patatas fritas.
