Estamos en un periodo valle. No, no nos referimos a la depre otoñal. Es algo así como la temporada baja de las compras. Llegamos de un verano donde los presupuestos se estiran como el chicle; continuamos con el ‘efecto exprimido financiero’ de la vuelta al cole, y luego entramos en octubre cuando renovamos el armario de cara al invierno.
En noviembre se suponía que nos tomábamos un respiro para afrontar la Navidad, pero está visto que ya no nos dejan. Las tiendas y marcas están decididas a activar nuestra energía compradora (push to reloaded) con promociones y ofertas que les ayuden a sostener las ventas.
Y a esta estrategia de marketing se suman muy oportunas las dos fiestas del consumo que, como Halloween, hemos adoptado con gusto de los norteamericanos. Y es que en España somos muy de apuntarnos a cualquier fiesta. Primero está el Black Friday, que siempre coincide con el último viernes de noviembre. No es una fecha elegida al azar, en Estados Unidos es justo después al día de Acción de Gracias (jueves), para ellos tan familiar como la Navidad.
Allí es habitual que muchos se cojan el puente y aprovechen para hacer las primeras compras navideñas. Para impulsar ese fenómeno, algunas de las grandes cadenas comerciales de ese país coordinaron sus estrategias para centrar en ese viernes grandes rebajas sobre todo tipo de productos. Y la idea se ha generalizado.
Ahora las ofertas especiales se suelen prolongar durante todo el fin de semana y llegan hasta el lunes, reservado para un nuevo invento ‘marketiniano’: el Cyber Monday, en el que las oportunidades se centran en los productos tecnológicos.
Funciona, ¡y cómo! Las ventas se disparan en Estados Unidos, y ahora también aquí. Por lo que se ha visto en los tres últimos años (cuando las marcas y tiendas españolas se han sumado a la idea), los consumidores responden con el mismo entusiasmo, esperando en colas ante algunos comercios como si lo regalaran, o ante el ordenador a las 12 de la noche anterior para hacerse online con los grandes chollos.
Eso quiere decir que este noviembre de nuevo todos van a mirar golosos al Black Friday. Tomemos como referencia lo que sucedió el año pasado para tener una pista sobre los productos donde probablemente encuentres las mejores ofertas:
- Ropa y complementos. El producto estrella de cualquier rebaja. Durante todo el mes puedes encontrar promociones muy interesantes, que se vuelven oportunidades únicas durante el ‘viernes negro’. Hablamos de hasta un 50% de ahorro.
- Electrónica y ordenadores. Apple se suma a la fiesta con su propio Black Friday. Si lo hace la ‘Gran Manzana’, imagina sus competidores. Aquí las oportunidades (una media del 20% de ahorro) suelen provocar casi ataques de ansiedad. Cámaras de fotos, tablets, equipos musicales y de vídeo, móviles… Todos siguen la estela.
- Los fabricantes suelen centrarse en la comercialización de sus nuevos productos en septiembre y octubre. En ese fin de semana de noviembre normalmente activan las ventas con un descuento medio del 10%.
- Electrodomésticos. Otra compra muy atractiva porque los precios se llegan a reducir hasta la mitad.
Quizá no lo tuvieras previsto, pero deberías pensarte rehacer el presupuesto para adelantar los gastos de Navidad. Ya ves que el ahorro este noviembre pinta negro… ¿No es un color precioso?