Últimamente, ir de compras en Internet se está convirtiendo en una excursión por el universo de los chollos para consumidores avispados. Es verdad que el shopping online suele salir a cuenta: los precios son más baratos porque las tiendas virtuales tienen menos gastos. Pero es que ahora se ha abierto la veda para ver quién ofrece el mayor descuento en una especie de guerra del low cost en la que los compradores vamos a ser los grandes beneficiados. Visto así… no suena tan mal.
Todo esto es la consecuencia de una bendita idea de marcas y tiendas: empezar a utilizar códigos de descuento o cupones virtuales. Usarlos es tan fácil como respirar: ves un producto para el que tienes uno de esos códigos; al ir a pagarlo introduces la referencia y, voilá, te ahorras unos euros.
Las empresas se han dado cuenta de que esos códigos son tan seductores como un vaso de agua fría en el desierto. Con ellos las ventas se disparan, por lo que cada vez hay más ofertas y promociones de este tipo. Hasta el punto de que existen webs, como , dedicadas a juntarlos en distintas categorías (ropa, viajes, electrónica…) para que los usuarios los encuentren con más facilidad.
Poco negocio, grandes ofertas
Otras plataformas de descuento están optando por crear clubes de consumidores en los que, a cambio de una cuota, puedes acceder a precios más baratos para miles de artículos. Por ejemplo la norteamericana Jet.com, donde pagas 50 dólares al año y consigues artículos con rebajas de precio que dejan casi sin ganancia a la web.
Imaginamos lo que te estás preguntando: si apenas consiguen beneficios, ¿dónde está el negocio? Pues es que todavía no lo hay, pequeño detalle sin importancia. Se podría decir que es una inversión a futuro. Los inversores que están detrás asumen que durante cinco años van a ganar menos de lo que gastan… pero de esa forma conseguirán una legión de usuarios fieles dispuestos a comprar más y más.
Hay otros casos como el de Jet en el competitivo mercado americano. Zirx es una aplicación con la que pedir un asistente que se ocupe de tu coche cuando llegas a un lugar donde aparcar es más difícil que poner una funda nórdica tú solo. Ellos se encargan de encontrarle un sitio, y a la hora fijada, lo tienes de vuelta por menos de lo que cuesta un parking. También nos encontramos con start-ups que ofrecen servicio de limpieza para tu casa a un coste equivalente a salir al cine y tomar una pizza.
Todas esas empresas reducen sus ingresos al mínimo con tal de ganar mercado. Y de momento, mal no les va. Lo bueno para nosotros es que todo lo que se convierte en tendencia en Estados Unidos, llega aquí como una avalancha. Así que ya sabes: busca, compara y si encuentras un buen código de descuento, úsalo.
