¡Qué locura! Diréis, ¿un robot y una persona? Pero la realidad es que estamos cambiando el mundo y los que no sigan el ritmo de sus giros, se quedarán por el camino. Los asistentes de voz están cada vez más integrados en nuestras vidas. “Viven” a nuestro alrededor sin que apenas nos demos cuenta de la importancia que están asumiendo. Nos encandilan con sus respuestas y nos provocan ciertos sentimientos que, incluso, pueden llegar a desconcertarnos.
Dicen que la realidad siempre supera a la ficción. Por eso, hablar de amor, entre una máquina y un ser humano, ya no es solo el argumento de una película de Hollywood. Pero, seamos sinceros, ¿puede haber algo mejor que delegar todas esas tareas mecánicas y aburridas a un robot? A pesar del desconocimiento y la duda que crean este tipo de máquinas, basadas en inteligencia artificial, el uso de la voz se va a convertir en una de las acciones más habituales de nuestro día a día.
Olvídate de levantarte del sofá para apagar la luz, de esforzarte por memorizar dónde has aparcado el coche o de dar cualquier explicación extra. Estos asistentes virtuales están aquí para enamorarnos y hacernos la vida aún más fácil. Y si no, que se lo digan a Joaquin Phoenix y su intuitiva voz, Samantha, en la película Her.
Su origen se remonta a los smartphones. Mediante ellos realizábamos las típicas acciones por voz: “Siri, ¿qué canción está sonando?”, “Ok, Google, ¿dónde está el restaurante de sushi más cercano?”. Pero donde realmente están causando una auténtica revolución es en los entornos domésticos.
Amazon Echo y su Alexa, Google Home o HomePod de Apple, son solo algunos de los altavoces que están dando el salto en el mercado e invadiendo nuestros hogares. ¿Qué no tienes con quién jugar al Trivial porque tus amigos han decidido que era mejor ver el Sevilla – Betis? Nada, un “OK, Google… ¿jugamos al Trivial?” Y tendrás la tarde del domingo resuelta.
Por no hablar del tiempo libre que te proporcionará, que a tu media naranja y asistente de voz EVO Assistant, no le importe lo más mínimo ayudarte a gestionar tus operaciones más habituales, dudas o consultas con el banco. Con una sola pregunta tendrás toda la información que necesitas, al instante. Para que ese salto en paracaídas que llevas meses planeando, no haga un desbarajuste en tus gastos.
Puede que eso de enamorarse de una máquina sea una utopía, pero lo que sí es verdad es que te evitará muchísimos quebraderos de cabeza y explicaciones que no tienes por qué dar, si no quieres. Ahora lo que importa eres tú y todo lo que tengas que decir. ¿Listo para dejarte conquistar?
