Cambiar es diptongo

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¿Sabes ese dulce cataclismo de melancolía que te ataca cuando ves una foto de hace un par de décadas? Esa, justo, esa en la que llevabas el pelo como Tina Turner y pensabas que las hombreras con tachuelas eran lo más que se le podía pedir a la moda. Claro que lo recuerdas, nos pasa a todos. Es fácil naufragar en el recuerdo y decir ¿ese era yo? ¿cómo he cambiado tanto? Cambiamos. Lo hacemos por fuera y por dentro. Cambiar es sinónimo de crecer, o al menos de avanzar. Cambiamos nosotros y lo que nos rodea. Cambiamos a conciencia y con ganas cuando lo necesitamos y un poco cambiamos a la fuerza cuando los cambios los decide otro. El tiempo, por ejemplo, o la vida. La vida es así, imprevisible. Loca. Dando golpes de estado para que nunca nos aburramos.

Para un lado, para otro, pero cambiamos. PANTA RHEI, dijeron unos tales presocráticos ya en el siglo IV a.C. TODO FLUYE, que diríamos en castellano. Incluso hay estudios que hablan de la inteligencia en términos de la capacidad que tenemos para adaptarnos a los cambios. Ahora mismo somos la generación del PANTA RHEI, la que sufre los cambios más salvajes, más rápidos. Chhhhiuuuummm, de a 0 a 100 en un salto al hiperespacio con el Halcón Milenario.

Pues en esta tesitura de cambios non stop, en EVO, que nos cuesta estar quietecitos, nos enteramos de que hemos conseguido ser uno de los bancos con más clientes satisfechos. Nueve de cada diez clientes nos puntúan entre ocho y diez puntos. Eso es más de un notable alto, ¿no? ¡Olé, Olé, Olé! Sabíamos que ocurriría, pero dependíamos de todos VOSOTROS, así que a este GRACIAS DE CORAZÓN le puedes cortar un trocito y llevártelo, porque es tuyo para siempre.

TODO FLUYE, sí, también en EVO. Casi siempre con pasos hacia delante. Otras veces debemos movernos hacia los lados, y otras, las menos, damos un pasito para atrás. ¿Por qué? Porque queremos ser el banco más recomendado. Así de claro. Vemos el suelo que pisamos, escuchamos a nuestros clientes y le damos todas las vueltas que podemos al limón para no perder nuestra esencia, lo que nos hace diferentes, atractivos y sí, también competitivos.

Cuando toca cambio, y ahora toca, os lo decimos. El mercado ha bajado la rentabilidad de cuentas y depósitos y nos hemos visto obligados a revisar nuestro producto principal, la Cuenta Inteligente. Debemos hacerlo, pero somos EVO. Y esta vez pudimos adaptarnos al mercado sin perder lo que más nos define y lo que más valoráis de nosotros.

Eso está genial, pero cuáles son los cambios, te preguntarás ahora. Pues básicamente lo que hemos hecho ha sido mantener la rentabilidad actual. Seguimos además con nuestra filosofía de cero comisiones y hemos mejorado las condiciones de disponibilidad del plazo. A cambio hemos eliminado la bonificación del 1 % por compras con tarjeta de crédito. Es una pérdida, sí, pero de todo lo que podíamos hacer era lo que menos esencia nos hacía perder y lo que nos permitía mantener las mejores condiciones de ahorro de nuestra Cuenta Inteligente sin peros.
A ver, a nadie le amarga un dulce y el 1% era un caramelito estupendo, pero en los 23 meses que hemos analizado, esta siempre ha sido la ventaja menos valorada.

¿Nos gusta? Pues no, hubiéramos preferido mantenerlo, pero era un cambio necesario. ¿Habrá más cambios en el futuro? Puede, es futuro. Pero si los hay te los diremos claramente. Y siempre estarás seguro de que será el que más respete lo que somos y lo que más respete tu satisfacción como cliente. Acuérdate, sencilla, transparente e innovadora, así es como queremos que sea la Banca Inteligente de EVO.

Conoce como te afectan las nuevas condiciones en nuestra web.

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