Por norma general, cuando algo pierde valor es mala noticia. Eso quiere decir que vale menos que antes. Cuando te compras un móvil cuesta más en ese momento que tres años después. Es una lógica aplastante. Con una moneda puede ocurrir lo mismo, aunque no siempre es malo. Al menos no para todos. Por ejemplo, la caída del valor de la libra ha provocado el aumento del consumo. El único problema es cuando lleva dos meses perdiendo valor.
Pero vamos por partes. Para entenderlo mejor, partimos de lo siguiente: a nivel mundial las monedas se comparan con una de referencia, que suele ser el dólar. En el caso de la libra también se compara con el euro debido a los lazos político-económicos que los unen. Y su valor tiene que ver con el tipo de cambio, es decir, lo que vale una moneda respecto a otra. Una libra vale 1,3 dólares y 1,1 euros aproximadamente.
Si tenemos en cuenta al dólar o euro como referencia, la disminución del valor de la libra hace que una botella de whisky inglés, un avión inglés o un coche fabricado en Inglaterra cuesten ahora menos en el resto del mundo. No es que sean de peor calidad, simplemente su precio es menor porque el valor de su moneda ha disminuido. Esto, a su vez, estimula las ventas de estos productos y aumenta las exportaciones inglesas. ¿Quién gana entonces? Las empresas exportadoras y los consumidores. ¡Ahí estás tú!
Cuando una moneda pierde valor frente a otra se conoce como devaluación o depreciación.
Pero ¿por qué pierde valor una moneda? Según estos términos, principalmente por la falta de confianza en esa economía frente a otras, o lo que es lo mismo, la falta de aprecio. Para que lo entiendas mejor: ¿qué ocurre cuando tu mejor amigo te miente? Que dejas de confiar en él. Lógico. De hecho, ya no le tienes en tan alta estima como antes. Conclusión: vuestra amistad, con el paso del tiempo, pierde valor o se devalúa. Pues con una moneda ocurre lo mismo.
En el caso de la libra, la falta de valor se está alargando en el tiempo… ¿Qué significa? Que seguiremos comprando más barato. Bien por un lado. Pero mal por otro. ¿Por qué? Sabiendo que va a seguir depreciando su valor, los consumidores esperarán a que siga cayendo para comprar. Es decir, si un disco de los Beatles vale 25 libras un lunes, quizás el viernes cueste 22. Todo tiene un límite y los precios tan bajos no son tan buenos y menos cuando hay mucha incertidumbre política.
En esta situación el Banco de Inglaterra acudirá al rescate de la libra. Hasta que ocurra, aprovecha el momento para ponerle acento británico a tus compras sin preocuparte en exceso por el precio. Y no olvides darle las gracias a la libra por las rebajas inesperadas.