Imagínate el 22 de diciembre con el premio Gordo de la Lotería de Navidad en el bolsillo… Llamando entusiasmado a los amigos, abrazando a cualquiera que pase por tu lado, invitando a toda la familia a una cena de Nochebuena de lujo (incluso a tus cuñados)… Y lo mejor, decidiendo en qué te vas a gastar o invertir el dinero.
Ahora pongamos fin a la fiesta y seamos prácticos: ¿qué pasa después de ganar un premio, sea de la Lotería Nacional, de la Primitiva o del Euromillón? Te lo explicamos paso a paso.
¿Cómo lo cobro?
Si el premio es inferior a 2.500 euros puedes cobrarlo a partir del día siguiente al sorteo en cualquier punto de venta oficial de loterías. Las cantidades superiores las pagan entidades bancarias asociadas a la administración. Aunque en EVO no contamos con el servicio de cobro de décimos, puedes transferir tu premio ganador desde alguno de los bancos asociados. A cambio, la Cuenta Inteligente con su 0,5% TAE te recompensará con una rentabilidad de lo más tentadora.
¡Importante! No te despistes porque tienes tres meses para reclamar el cobro. Después de ese plazo, habrás perdido el dinero y claro, para una vez que toca…
¿Cuánto se queda Hacienda?
Los premios superiores a 2.500 euros pagan un impuesto del 20% (los inferiores están exentos). Para que el trago sea algo menor, de la cantidad que cobres ya se habrá descontado automáticamente esa retención. Si un décimo del Gordo de la Lotería son 400.000 euros, tú ‘solo’ recibirías 320.000 euros. Es cierto que duele, pero sigue siendo una cantidad bien maja.
Eso significa que después ya no tendrás que incluir ese ingreso en la declaración de la renta. Sin embargo, sí deberás declarar y pagar por los intereses que hayas podido obtener al invertir ese dinero. Por ejemplo, si compras unos valores en Bolsa o unos bonos del Estado tendrás que tributar por el rendimiento que te den.
¿Qué ocurre si solo tienes una participación?
Es probable que seas como tantos otros que deciden compartir un décimo o una apuesta. Primera cuestión: cobra el premio quien tenga el boleto. Es como un cheque al portador. Tendrá que ser él quien lo reparta entre los demás así que lo mejor es llevarse bien. Hacer la pelota es opcional.
El pago del impuesto no varía: 20% si es más de 2.500 euros. Por el Gordo de Navidad se recibirían 320.000 euros que se dividirían entre los que han participado. De esa forma ya se cumple con Hacienda.
Pero antes hay que justificar ante la administración que hay varios beneficiarios e identificarlos con nombre y DNI para que la Agencia Tributaria sepa que el cobrador no se queda con todo. En caso contrario, puede entender que luego dona el dinero a otros y entonces se le grabe con el Impuesto de Donaciones y Sucesiones. Así que mejor todo bien claro.
Aunque la verdad sea dicha, ¿quién piensa en Hacienda cuando fantasea con ser millonario? Al menos hasta que llegue el día 22, sigue imaginándote en un yate, empapado en champán y dándote caprichos. Que por soñar no hay que pagar.