Imagina que con aprobar un examen ya tuvieses trabajo de por vida. Este es el sueño de muchos y se llama oposición. Aunque no es tan sencillo como parece. Opositar requiere de esfuerzo, sacrificio y mucho, mucho estudio. Miles de personas se presentan cada año a oposiciones de cualquier tipo: policía, técnico informático del Estado, profesor o médico.
De hecho, no siempre hay plazas para todas las personas que se presentan. Solo en 2016, las solicitudes se dispararon un 70% respecto a las realizadas en 2015. Eso se tradujo en unos 70.000 candidatos para cubrir 9.653 vacantes plazas en la Administración del Estado. ¡Una locura!
Oferta de Empleo Público para 2017
Lo bueno es que este año hay muchas más plazas. Para este 2017, la Oferta de Empleo Público (OEP) es de alrededor de 67.000 plazas. De ellas, 19.000 serán en la Administración General del Estado, 28.144 en las comunidades autónomas y 20.000 en las entidades locales. Como ves, hay más posibilidades en esta convocatoria de oposiciones o por lo menos más opciones para entrar en la bolsa de empleo. ¿Te animas?
Consejos para prepararse una oposición
Pero para presentarse a una oposición y no morir en el intento o tirar la toalla, siempre viene bien tener en cuenta algunas cosas. Te las hemos resumido así:
- Marcarse una rutina. Es bueno planificar temas y horarios a la hora de ponerse a estudiar. O si la oposición es a policía, por ejemplo, también hay que distribuir la carga teórica con el entrenamiento físico. ¡Aquí todo cuenta!
- Buscar técnicas de estudio que funcionen y hacer exámenes mensuales. ¿A quién no le gusta llevarse una alegría por cada logro conseguido en cada prueba aprobada? El truco es llevar todo al día para, una vez llegado el momento, que lo único que tengamos sean nervios y no dudas.
- No hacer caso de los rumores. Lo mejor es acudir a las fuentes oficiales para informarse de cuándo sale la convocatoria. Por ejemplo, una oposición en Madrid para maestro no tiene la misma fecha, ni los mismos requisitos, ni las mismas plazas que en Galicia.
- Descansar un día a la semana. Por lo menos al principio. No todo es estudiar y más cuando vas a dedicar uno o varios años a hacerlo sin parar. Siempre viene bien despejarse, salir de la rutina de estudio y volver a empezar.
- Ir a por todas. Una oposición requiere de un gran esfuerzo. Por eso, hay que ser positivo y poner toda la carne en el asador para aprobar.
Así que si estás dispuesto a optar a una de estas plazas públicas, ya sabes, todo es marcarse un objetivo y ser constante. La meta: un empleo para toda la vida. El medio: tu propia voluntad. Y si no, no te preocupes. Siempre te quedarán las próximas oposiciones, las de 2018. ¡Suerte y a por todas!