¿Eres de los que no tiene muy clara la diferencia entre salario bruto y neto? Seguro que en alguna ocasión, especialmente en los primeros trabajos de tu vida, has tenido la duda de cuánto ibas a ganar. Como ya habrás aprendido, al salario bruto hay que restarle una serie de impuestos y seguros sociales. Y lo que queda, es tu salario neto. Ese que ya puedes gastar para comprarte ropa, irte al cine o pagar facturas.
Hasta aquí todo bien. De hecho, puede que creas que en España nuestro salario soporta una gran presión fiscal en impuestos. Pero para tu tranquilidad, te diremos que hay países que nos superan con creces. Es decir, la diferencia entre lo que un trabajador gana y lo que realmente se lleva a casa a final de mes es mucho mayor que la de un español.
Brecha salarial: El ranking por países
¿Quieres saber países están por encima de España, en cuanto a presión fiscal de salarios?
¿Quién tiene las más bajas? La lista la encabeza Chile (con un 7%), México (17,9%) y Nueva Zelanda (20,1%).
Como curiosidad, en Chile el IRPF es del 0%, mientras que en Dinamarca es del 35,9%. ¡La diferencia es abismal!
En Australia, Dinamarca y Nueva Zelanda las cotizaciones sociales son del 0%, mientras que en Eslovenia es del 19%.
La presión fiscal media de la OCDE está en el 36%, por lo que España está un pelín por encima de la media.
¿Cuál es el salario real de un español?
Puede que si te contamos que tu sueldo soporta una carga fiscal del 39,5% no te diga mucho. Por eso te lo vamos a desgranar un poco más: las que paga el trabajador y las de la empresa.
Pero si aún así, no te dice mucho esto, tomaremos de referencia el último dato del INE de 2014 que establecía el salario bruto español en 22.858,17 euros al año. Si le aplicamos esa cuña fiscal del 39,5% el resultado es que 9.028,98 euros es lo que pagamos en impuestos y seguros. Es decir, nuestro sueldo final es de 13.829,19 euros al año.
Seguro que ahora te ha quedado mucho más claro qué es la presión fiscal y como afecta a tu salario. Es más, ya sabes lo que realmente te llevas al bolsillo. Lo bueno de España, es que estamos más o menos en la media del resto de países.
