Tipos de interés ¿negativos, o no?

Tipos de interés negativos

Necesitas comprarte un móvil porque el tuyo se ha roto. Es fin de mes y te falta dinero. ¿Qué haces? Se lo pides prestado a un amigo, que además no te va a cobrar intereses. Es lo que tiene la amistad. Pero imagina que además de no pedirte nada a cambio, te da más dinero. Pensarás que se ha vuelto loco y que, claramente, sales ganando.

Desde luego no parece tener sentido. Pero, ¿y si te decimos que la política de tipos de interés negativo, que ha puesto en marcha nada más y nada menos que el Banco Central Europeo, funciona así? No es el único: el Suiza o el de Japón también lo hacen. No solo prestan gratis a los bancos, sino que éstos salen ganando. ¿Por qué? Porque el precio al que los bancos compran dinero al BCE, al estar en un interés negativo, es como si lo regalaran.

Pero todo tiene un motivo, y en este caso, es evidentemente económico. Se trata de una herramienta de política monetaria poco convencional usada en épocas de crisis o de deflación. Su objetivo es el de estimular la economía para que los créditos sean baratos. Además, el BCE ha fijado tipos de depósito negativos (la rentabilidad que el BCE paga a los bancos por depositar allí su dinero), lo que hace que los bancos no dejen allí guardado su dinero y lo utilicen para dar préstamos y fomentar que la economía real se reactive. Buena idea ¿no? Veamos los pros y los contras.

Esta acción tiene sus efectos positivos, como que:

  • Las hipotecas referenciadas por el Euribor bajan. Una gran noticia porque ese dinerillo extra que las familias se ahorran lo pueden destinar al consumo y a la inversión
  • Los créditos en general deberían abaratarse y ofrecer unos menores tipos de interés. Así, más personas podrían solicitar uno para montar el negocio de su vida, por ejemplo.
  • Al pagarse mucho menos por los depósitos, los ahorradores se ven “obligados” a destinar su dinero a inversiones que les den mayor rentabilidad, lo que impulsa la creación de negocios, que ayudan a la creación de puestos de trabajo, mayor recaudación de impuestos y en definitiva al crecimiento económico.

Pero también hay efectos negativos:

  • Los bancos españoles que se dediquen al negocio bancario básico, que es el de los préstamos y los depósitos, se ven más perjudicados, según el Banco de España. Esto se debe a que el interés al que prestan es menor, afectando a su cuenta de resultados de manera negativa ( desciende su margen financiero y con ello sus beneficios)
  • Al bajar el precio del dinero, se devalúa la moneda. Y por ejemplo, viajar al extranjero, sería más caro. Aunqueel consumo subiría, como ha pasado con la libra.

No obstante hay que tener en cuenta que se trata de decisiones que toma el BCE – Banco Central Europeo-. Y no son para siempre. Es decir, dependen de la marcha de la economía y estas siempre están cambiando cada dos por tres.

En resumidas cuentas, los tipos de interés negativos son como los lados de una moneda. A veces la cara beneficia a unos y otras, la cruz es mejor para otros. Pero al final, lo importante, es el bien común; la buena marcha de la economía. Y de momento, pedir un préstamo o pagar la hipoteca te saldrá mejor.

 

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